Se Puede Ingresar a un Anciano en una Residencia sin su Consentimiento
Indice
Una visión global sobre si se puede ingresar a un anciano en una residencia sin su consentimiento
La respuesta simple es no. No se puede ingresar a un anciano en una residencia sin su consentimiento. Solo un juez puede dictaminar el ingreso de un anciano en una residencia contra su voluntad. No obstante, primero hay que determinar que es contra su voluntad. O cuando se da el consentimiento. Seguro que ha escuchado la historia de una persona ingresada en una residencia que un día decide irse.
En el caso de los ancianos con demencia, podría significar un peligro para sí mismo. Y para las personas que lo rodean. ¿Se deja ir al mayor sin más? En este artículo podrá conocer algunas de las claves sobre la incapacitacion judicial.
Se puede ingresar a un anciano en una residencia sin su consentimiento - Incapacitación judicial mayores
El proceso de incapacitación consiste en que un juez dictamine que una persona ha perdido sus capacidad de decisión. No se anulan sus derechos. Ni queda privado de libertad. Es decir, la persona ya no puede decidir sobre su internamiento. Pero sigue siendo un ciudadano con sus derechos y obligaciones. Dependiendo del grado de incapacidad de la persona, se establecen dos niveles de incapacitación:
- Incapacidad parcial: le impide decidir sobre ciertas cuestiones, determinadas por el juez. Y seguirá teniendo autonomía en otras. Para aquellas decisiones en las que no puede decidir, un curador toma la decisión. El curador es responsable de la decisión. Y puede ser una persona física o jurídica.
- Incapacidad total: la persona no tiene capacidad de realizar actos de carácter jurídico. El responsable del mayor es su tutor. Y tomará las decisiones legales y burocráticas por la persona tutelada. El tutor puede ser una persona física o jurídica.
Requerimientos ante el juez
Para que un juez determine que una persona no es capaz de valerse por si misma. Y necesita ser incapacitada. Se deben dar una serie de requerimientos:
- Deterioro mental: ya sea por enfermedad o lesiones. Entre las que se encuentran, la psicopatía incapacitante, el trastorno de personalidad, la psicosis crónica, los trastornos demenciales y las compulsiones (Ludopatía, Alcoholismo, Drogodependencia).
- Documentos: informes médicos que certifiquen la discapacidad. Así como las pruebas diagnósticas para determinar el estado mental de la persona.
- Informe Sitges: en el que se valora la capacidad de autogobierno, toma de decisiones, condiciones neurológicas. Y todos los demás factores que determinan la capacidad de toma de decisiones.
- Audiencia: se entrevista a las personas más allegadas del anciano.
- Examen forense: que ratifique las observaciones de las pruebas documentales presentadas.
- Entrevista personal: el juez debe formar una opinión sobre las condiciones mentales del anciano. Y para ello es necesario que se produzcan una o varias entrevistas.
Se puede ingresar a un anciano en una residencia sin su consentimiento - Protección al paciente
Contrario a lo que se muestra en el cine. La declaración de incapacitación de una persona se hace para proteger la salud y el patrimonio de este. Es decir, no se declara a una persona incapaz para perjudicar su vida. En más del 70% de los casos, este procedimiento se efectúa en personas con demencia. Y en especial en aquellas con Alzheimer. Si se pregunta: «¿Estaré haciendo bien al pedir la incapacitación?». Recuerde que, tal vez, ha llegado la hora de hacerlo por su propio bien.
No es extraño conocer historias de personas con demencia o alzhéimer que han salido a dar un paseo. Y se han perdido por el camino. También hay historias de personas muy enfermas cuyas familias no pueden hacerse cargo de ellas. Y es mejor ceder el cuidado a alguien capaz y profesional. Antes de cuidar mal de un ser querido. La calidad de vida del cuidador y el dependiente pueden verse perjudicadas por el orgullo.
Cuánto dura un proceso de incapacitación
El ex presidente de Alzheimer Europa, Jaques Selmes, avisa que muchos pacientes españoles «no realizan las denominadas directrices anticipadas en las que puede establecer cuáles son sus deseos para un futuro (si quieren recibir tratamiento médico, cómo distribuir sus bienes o si desean que se les declare incapacitados) porque realmente el médico no les dice lo que tienen, algo que no sucede en Europa donde se habla más abiertamente. Sin embargo, para los propios familiares es un alivio encontrarse con estas voluntades anticipadas».
La declaración de incapacidad la pueden solicitar el propio paciente, sus familiares, personas cercanas. Y los profesionales de asistencia social o medicina. Estas personas deben acudir a los juzgados para realizar la solicitud.
El tiempo medio para lograr un fallo del juez se sitúa entre los 5 meses (en los poco más de 30 juzgados especializados en discapacidad) y los 2 años. Por lo tanto, se recomienda a los familiares tener paciencia. Además de iniciar los procedimientos lo más antes posible. No se recomienda esperar a que la situación sea límite. Josep de Martí en su libro Diez temas jurídicos de Portal Mayoes, recomienda no iniciar el proceso de ingreso de urgencia. Ya que en la mayoría de los casos se falla en contra de la incapacitación. Desde Residencia Santa Bárbara Granada le asesoramos sobre como iniciar los trámites. Y recomendamos que se hagan con la mayor antelación posible.
Declaración de incapacidad en pacientes con alzhéimer
Las personas que padecen Alzhéimer forman un grupo mayoritario dentro de los procesos de incapacitación de personas mayores. La causa principal es su deterioro cognitivo. Los familiares de un enfermo de Alzheimer cuidan de la persona durante las fases iniciales y medias. La enfermedad en el paso intermedio comienza a ser más exigente. Se requieren cada vez más cuidados. Y los cuidados se vuelven más técnicos. Hace falta la ayuda de profesionales.
Finalmente, cuando se opta por acudir a una residencia de ancianos, la situación cognitiva del paciente ha empeorado tanto que ya no es capaz de razonar lógicamente. La persona puede volverse violenta al sentirse desorientado. Y puede pedir que lo dejen salir de la residencia. Si no se ha conseguido la incapacitación legal, no se le puede retener. Por lo que solo y confundido podría vagar por las inmediaciones de la residencia y poner en riesgo su vida.
Como ya se ha explicado, es esencial durante las primeras etapas de la enfermedad realizar una declaración de directrices anticipadas. Para que cuando su estado sea peor, pueda agilizarse el proceso. Y no se corran todos estos riesgos. La declaración de incapacidad es una herramienta de protección del paciente, esto también tiene que quedar claro. Y consiste en evitar que una persona enferma tome decisiones de las que no es consciente.
Alternativas cuando no se puede ingresar a un anciano en una residencia sin su consentimiento
Hay una alternativa a la hora de ingresar a un anciano en una residencia contra su voluntad. Conseguir que consienta hacer el ingreso. Esto es tan importante que debería hacerse en todos los casos. Ya sea una persona capaz e independiente, un anciano dependiente o un mayor incapacitado. El proceso comienza con el diálogo. El paciente debe conocer su situación y la de su cuidador. Para ello la comunicación es muy importante. Hable con su ser querido aunque no parezca escuchar.
Después sigue el proceso de adaptación. Acompañe a su familiar en los primeros días. Y participe de su rutina. Lo ideal es concertar unos días de visita con la ayuda del personal del centro. Es esencial ayudar al anciano a integrarse con el resto de residentes. Sus nuevos vecinos.
También se puede recurrir a la fórmula del ingreso involuntario. Este procedimiento permite hacer el ingreso a partir de un informe médico de especialista que lo acredite. No obstante tras el ingreso un juez deberá aprobar dicho ingreso.
La mejor opción residencial
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Sentimiento de culpa por llevar a tu madre a una residencia
Después de todo el proceso. Y una vez se ha efectuado el ingreso. Es normal que sufra un sentimiento de culpa por llevar a tu madre a una residencia. Para saber cómo superar dejar a tu madre en una residencia. Lo primero es reconciliar sentimientos y razones.
Por lógica, si un juez determina la incapacitación de una persona quiere decir que no puede cuidar de sí misma. Y es su tutor quien debe decidir. Además, esa decisión se toma siempre para el máximo beneficio de la persona dependiente. Entonces, no debería surgir un sentimiento de culpa.
No obstante, la lógica no siempre calma las emociones. Se necesitan hechos.
Cómo superar dejar a tu madre en una residencia
Para superar los sentimientos de culpa tras la incapacitación es aconsejable que:
- Compruebe el estado de su familiar. Ya sea mediante una llamada telefónica o durante las visitas. Ver con sus propios ojos los cuidados que recibe libera mucha preocupación.
- Hable con las personas que cuidan de su ser querido. Ya que es otra forma de ganar confianza y seguridad. Conocer al personal de la residencia y a los vecinos de su familiar hace mucho bien.
- El apoyo de los familiares también es importante. Porque superar dejar a su madre en una residencia es algo que no se puede hacer solo.
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