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Síndrome del cuidador quemado

Síndrome del cuidador quemado de pacientes de Alzheimer

Según varios estudios, el 90% de los enfermos de Alzheimer son atendidos, principalmente, por un familiar. Como el Alzheimer es una enfermedad dura para el paciente y su cuidador, es normal que surja el síndrome del cuidador quemado en personas que cuidan a pacientes de Alzheimer.

Para dar una atención profesional a los mayores con Alzheimer y conseguir que las personas que cuidan de los ancianos no sufran problemas de salud, Residencia Senior Sur Granada pone a su disposición estancias temporales de Respiro Familiar. Y estancias permanentes que proporcionan un cuidado profesional y atento. Si está buscando precios residencias de ancianos en Granada para su ser querido con Alzheimer, puede visitar nuestras instalaciones con cita previa.

Causas del síndrome del cuidador quemado

  • Por un lado, hay un desgaste mental que comienza en las primeras etapas de la enfermedad. Y comienza al tener que recordar detalles al anciano o corregir sus equivocaciones. Pero conforme la enfermedad avanza, van surgiendo problemas cada vez mayores.
  • Por otro lado, la dependencia física del anciano es otro factor más del síndrome del cuidador quemado. El esfuerzo físico comienza cuando el enfermo tiene que delegar las tareas cotidianas en su cuidadora. Y sigue al aumentar el deterioro cognitivo. Lo que disminuye la capacidad de la persona enferma de realizar tareas complejas. El avance de la enfermedad puede causar fallos motores que requieren todavía más esfuerzo a la cuidadora.
  • Finalmente, existe otro factor que provoca el síndrome del cuidador quemado, el agravante emocional. Ver como un familiar pierde tanto recuerdos como capacidad y madurez es muy duro.

Cómo prevenir la sobrecarga

Alrededor de dos tercios de los cuidadores de personas mayores sufren sobrecarga en los cuidados, cuando esta sobrecarga es alta se presenta el síndrome del cuidador quemado. Para prevenir su aparición puede:

  1. Conocer mejor la enfermedad. Cuanta más información tenga, más fácil le resultará lidiar con los problemas del día a día de los enfermos.
  2. Comprender los síntomas. Si comprende los síntomas de la enfermedad y tiene paciencia podrá cuidar mejor de la persona.
  3. Aprender a pedir ayuda. Para no poner en juego la salud propia mientras cuida de su familiar. Solicite ayuda, puede acudir a los Servicios Sociales o contratar los servicios de Respiro Familiar.
  4. Gestionar las emociones. Tanto en los momentos del día a día en los que la enfermedad puede con sus fuerzas. Como a la hora de buscar una residencia de ancianos en Granada para que su familiar reciba los cuidados que merece. Piense que dio los mejores cuidados a su familiar mientras la salud se lo ha permitido. Ya que es importante para la adaptación de los residentes que los familiares no se sientan culpables.